Britney ha recuperado la felicidad de vivir pero por el camino parece haber perdido a su estilista. Ella nunca ha sido precisamente un ejemplo a seguir en el mundo de la moda pero sí que ha tenido momentos gloriosos en lo que a vestuario respecta. Ayer no supo elegir nada bien a la hora de vestirse para ir de compras. ¡Encima llevaba la camiseta llena de lamparones! Menos mal que el universo es justo y nos compensó con el maravilloso look de Marion Cotillard en una fiesta de Cartier.
Como punto medio nos hemos encontrado a Vanessa Hudgens, que sin ir espectacular (tampoco hay que salir de casa siempre hecha un pincel) no hace que nuestros ojos sangren como cuando hemos visto el look de Britney. Vanessa, pásale el número de tu estilista a Britney.
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